Como un verdadero “héroe” del deporte dominicano calificó el ministro de Deportes, Francisco Camacho, al árbitro Ramón Ferrer en el emotivo homenaje que se le ofreció por ser el primer árbitro de este país que administra un partido en las Grandes Ligas.
Ferrer vivió su primera experiencia como árbitro de Las Mayores el 22 de abril de 2016, durante el encuentro que protagonizaron los Indios de Cleveland y los Tigres de Detroit en el Comerica Park, hogar de este último equipo.
“Ramón es un ejemplo para todos los jóvenes de esta República”, afirmó Camacho. “Tú eres una verdadera marca país, te felicito”, agregó el ministro durante el reconocimiento.
Camacho expuso a seguidas: “Ramón ha demostrado que cuando se persigue una meta con esfuerzo y sacrificio, se logra, se llega. Es un ejemplo de que el deporte tiene cuatro columnas, tú representas la del arbitraje”, refiriéndose a que el deporte tiene como soportes a los atletas, entrenadores, dirigentes y árbitros.
“Hoy le rendimos este homenaje por su condición de pionero del béisbol dominicano, gracias a un arduo y tesonero trabajo de muchos años y a su ejemplar conducta, tanto dentro como fuera del terreno; modelo para las nuevas generaciones de árbitros en nuestro país”, se lee en la placa de reconocimiento entregada por Camacho a Ferrer. El acto se realizó en el Pabellón de la Fama, donde con fortuna llegará en su debido momento el homenajeado.
El nativo de El Cacique, Monte Plata, quiso ser pelotero, sueño que no se cumplió. En su deseo de mantenerse en el béisbol consideró ser anotador, pero cuando iba a colocar su nombre en la lista para esa función en un curso que se impartió previo a los Juegos Nacionales Monte Plata 2002 (finalmente se celebraron en 2006), el instructor de la entonces Secretaría de Deportes Mónico Zayas le cambió el rumbo.
“Yo quería ser anotador y Mónico Zayas me dijo no, tú vas a ser árbitro de béisbol”, recordó Ferrer. Zayas estuvo presente. “Trato cada día de hacer mi trabajo sin buscar reconocimiento. Lo hago porque me gusta”, dijo Ferrer. “Amo el deporte, amo el arbitraje, encontré en esta profesión una salida para mi familia, para mis amigos (del arbitraje), sostuvo. Agregó, “no se trata del bienestar de mi familia, sino de toda la nación” en un país beisbolero.
Mientras, el presidente de la Liga Dominicana de Béisbol Profesional (Lidom) Vitelio Mejía destacó los valores forjados dentro de la familia de Ramón Silvestre de Jesús Ferrer, amparado en principios cristianos. Informó que durante la próxima temporada de béisbol otoño-invernal, Ferrer “tendrá responsabilidades de coordinación” con los árbitros dominicanos.
Zayas le dio la oportunidad a Ferrer en 2002 como árbitro para la Secretaría de Deportes. Con el deseo de mejorar en lo que sería una herramienta necesaria para su profesión actual, se inscribió en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), donde hizo el curso de inglés por inmersión, graduándose con notas destacadas.
Y en 2003 participó por primera vez en los entrenamientos de la Dominican Summer League, impartidos por el supervisor de árbitros de Ligas Menores de Estados Unidos, Jorge Buazá, quien le envió un valioso mensaje a través de una carta que leyó el maestro de ceremonias Mario Emilio Guerrero, al final de la actividad. En 2004 fue invitado a los entrenamientos de Lidom e incluido en la lista de reservas.
En el acto, encabezado por Camacho también estuvieron el presidente de la Dominican Summer League, Orlando Díaz; el de la Federación Dominicana de Béisbol, Juan Núñez; el de la Confederación de Béisbol Profesional del Caribe, Juan Francisco Puello Herrera, y el representante de Major League Baseball (MLB) en República Dominicana, Yerik Pérez.
En la mesa de honor a Ferrer le acompañó su esposa Fiordaliza Frías. Su madre Asia Ferrer estuvo entre los asistentes, así como los presidentes de los Tigres del Licey, Domingo Pichardo, y el del Pabellón de la Fama, Dionisio Guzmán, además de varios árbitros de Lidom, entre otros.